8M – Columna de Opinión de abogada socia de AFUNPRO

Por Maritza Bustamante, abogada de CSJ de Quilicura.

Quisiera comenzar compartiendo una frase que tengo en mi oficina, la puse frente a mi escrito para siempre tenerla presente: “La lucha contra el machismo inicia con las mujeres apoyando a otras mujeres. No critiques, no te burles, no ofendas, no generes chismes, no violentes, no ataques, no humilles, no juzgues, no excluyas a otras mujeres”.

Para mí éste es uno de los mejores conceptos de lo que entiendo como sororidad y me refiero a que, en nuestra labor diaria, nos encontramos con mujeres que son víctimas de violencia económica, física, psicológica, sexual entre otras, y es ahí cuando se debe activar la sororidad; ese apoyo en contener, escuchar y dar las mejores opciones en la búsqueda de una solución a su situación, en hacer lo humanamente posible para que esa mujer sepa lo valiente y fuerte que es, en decirle “eres una valiente, tú puedes, estoy orgullosa de lo que haces, eres fuerte, poderosa”; sin duda alguna, esa mujer al salir del centro, es otra, porque se siente protegida, contenida, pero sobre todo porque ella sabe que no está sola y tiene el poder para salir adelante y volver a comenzar”.

Por eso las invito a que cada una de ustedes, dentro de sus puestos de trabajo, seamos esas mujeres que toman la mano a la otra y le dicen “vamos, tú puedes”. Esto lo veo todos los días con la abuela que pide el cuidado personal de sus nietos, con las mujeres que se atreven a denunciar, con aquellas madres que solicitan alimentos para sus hijos porque saben que es un derecho y que no están pidiendo limosnas, sino exigiendo algo para que estos niños, niñas y adolescentes puedan tener una mejor calidad de vida, a pesar de las amenazas de los padres o de las familias de estos, o aquellas que solicitan el divorcio porque es la única forma de cerrar un ciclo muy doloroso en sus vidas y, con ello, por fin sentirse libres.

Esta sororidad la veo en mis compañeras y compañeros de trabajo quienes diariamente están al servicio de nuestras usuarias que, a pesar de nuestras  agendas, apelan para que puedan ser atendidas con un sobrecupo y así poder ayudarlas, o en las (los) postulantes que empatizan con ellas y las tratan con respeto, pero también con cariño y contención.

También está presente en el crear redes con distintas oficinas, como son el centro de la mujer, las OPD de la comuna y muchas otras desde las cuales estas mujeres son derivadas y atendidas de forma especial, entendiendo la gravedad de su situación y la necesidad de ser escuchadas y visibilizadas, ya que por tanto tiempo fueron invisibles en un sistema donde siempre hemos sido postergadas. Es por eso que debemos comprometernos a seguir luchando por el derecho a un mundo más igualitario, libre de violencia y discriminación, donde las mujeres seamos vistas como lo que somos, un gran aporte a la labor.

Somos parte de una institución donde la mayoría de sus funcionarias somos mujeres, lo que demuestra que se nos está reconociendo el trabajo; tenemos una dirección regional conformada en su mayoría por mujeres, siendo la directora mujer, abogadas jefas de centros, abogadas auxiliares, trabajadoras sociales, secretarias; las directivas de la asociación lideradas por mujeres; no es menor que nuestros cargos en la toma de decisión sean ocupados por mujeres con vocación de servicio y, sobre todo, empáticas con las problemáticas diarias, que buscan como finalidad el brindar un real acceso a la justicia, y es por eso que hoy queremos conmemorar y reconocer el rol de cada funcionaria de nuestra institución en las distintas áreas en las que se desarrollen; todas y cada una es un pilar fundamental para el buen desarrollo de la institución y qué mejor que esto se haga con entrega absoluta, empatía, pero sobre todo con amor por ayudar a una de las nuestras.

Cuidémonos, querámonos y siempre estemos dispuestas a ver con los ojos del corazón a la otra como una igual.